martes, 12 de mayo de 2020

ENTRE LIBROS, TACONES Y ZAPATILLAS.










Creo fielmente que todo en esta vida lo hacemos por elección y decisión. Algunas cosas las podemos cambiar, otras no. 
Hace más de ocho años decidí que quería ser libre, disponer de mi tiempo al cien por ciento. Esto empezó justo cuando mi bebé tenia 4 meses. Quería estar a su lado, abrazarlo, mimarlo y verlo crecer todos los días, a todas horas. No perderme ni un instante de su desarrollo. Disfrutar del hogar que empezaba a florecer. Hablé con mi esposo, le dije que ya no quería trabajar en una oficina. Él me contestó que lo que yo decidiera estaba bien.  Tenia 10 años trabajando en una compañía de seguros, me iba bien.  El trabajo siempre lo realicé con esmero y dedicación. Me gusta dar lo mejor de mi en todo lo que hago. Presenté mi carta de renuncia y fue cuando empezó mi verdadera aventura. Dejé atrás los uniformes, pero jamás pude dejar los tacones. Ellos me dan la altura que necesito, el empujoncito que a veces nos hace falta para sentirnos en la cima. 
 Felicidad total. No tenia un horario. La agenda la hacia a mi antojo y según mis necesidades y las de mi familia.  No tenia que pedir permiso a nadie para nada. Esta era la vida que me merecía,  la soñada.   Ama de casa, esposa y madre, mi mejor decisión. 
Un año y diez meses más tarde llegó nuestra adorada princesa.  Ahora eramos cuatro.  La familia estaba completa. Un poquito más de corredera cuando en alguna ocasión me quedé sin nana, pero para eso estaban las zapatillas, a correr se ha dicho, jamás detenerse, mucho menos quejarse. Desde entonces no paro, entre diligencias,  actividades de los niños, football, música, ballet, etc. compromisos sociales y personales. Un "outfit" para cada actividad.  A veces siento que el tiempo no da para tanto, entonces imagino que no existe y todo vuelve a la calma, y todo se realiza en el momento perfecto. 
 No me he arrepentido ni un solo día de haber tomado esta decisión, ser ama de casa por elección  ha sido mi divina bendición.
Lo bueno de esto, es que contrario a lo que muchos piensan en este rol se trabaja siempre, porque  siempre hay algo que organizar, algo  que inventar. La creatividad no para, no duerme jamás. Y eso a mi también me cayó como anillo al dedo. En todo estos años me he dedicado a escribir por placer y para mí,  poemas, cuentos, novela corta. Hasta hace poco me atreví a compartirlo. Me gusta escribir, me encanta. Me gusta leer. Hay un travieso gusanillo cosquilleándome a cada rato. Es una ligera inspiración que llega de pronto sin avisar. En esos momentos, tengo que escribir, se trata de dejar salir eso que uno lleva dentro, dar un salto al vació y dejarse caer en los brazos de la fantasía o la realidad, pero dejarse caer libre y sin miedos, de eso se trata escribir y también vivir. Mi gran pasión.  Vivir. Vivo felizmente, entre libros, tacones y zapatillas. 


Minnie Flores
14 de junio de 2017.

No hay comentarios:

Publicar un comentario