Para mi la espiritualidad es el recorrido que hacen las personas para llegar a su interior y encontrar ahí el gozo y la alegría de la vida, es esa sensación de paz que da el acercarte a lo divino, a través del cuerpo y la mente, lo que hace que nuestro espíritu sea cada vez más fuerte y amoroso.
Un ser espiritual ama con intensidad, porque ha descubierto que jamás se ha separado o desconectado de su fuente creadora, que es el amor mismo, Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
No todos viven la espiritualidad de la misma manera, hay quienes aún no la han experimentando, algunos la relacionan con religiones, filosofías y creencias, lo cierto es que no existe una verdad absoluta en este tema.
Crecí en una familia católica y desde pequeña mi madre me inculcó la fe en Dios y en la Virgen María, el mejor regalo que me ha dado, después de la vida. Sin embargo, al ir creciendo me fui alejando de la religión, pero no del todo. Aún así me sentía un ser espiritual por naturaleza pues siempre estaba en busca de ese algo que me llenara de paz y armonía, de alguna manera sospechaba que ese debía ser el estado de todo ser humano.
Por recomendaciones de amistades y les agradezco, leí varios libros sobre Metafísica, Cábala, Meditaciones, Ángeles, Piedras energéticas, etc. , no estaba de acuerdo con todo lo que leía así que tomaba las cosas buenas de cada uno, y sí que existen cosas buenas en esas disciplinas, pero al final ninguna lograba tocar mi corazón al punto de llenarlo, mi búsqueda seguía.
Con el paso de los años me fui acercando cada vez más a Dios, y a su Madre, al punto que se adhirieron a mi y se quedaron muy dentro, un encuentro maravilloso que me llevó a redescubrir que siempre estuvimos juntos, solo que por momentos yo me dormía y me alejaba un poco, pero su protección, presencia y compañía siempre permanecieron junto a mi. De esto no tengo duda.
Crecí en una familia católica y desde pequeña mi madre me inculcó la fe en Dios y en la Virgen María, el mejor regalo que me ha dado, después de la vida. Sin embargo, al ir creciendo me fui alejando de la religión, pero no del todo. Aún así me sentía un ser espiritual por naturaleza pues siempre estaba en busca de ese algo que me llenara de paz y armonía, de alguna manera sospechaba que ese debía ser el estado de todo ser humano.
Por recomendaciones de amistades y les agradezco, leí varios libros sobre Metafísica, Cábala, Meditaciones, Ángeles, Piedras energéticas, etc. , no estaba de acuerdo con todo lo que leía así que tomaba las cosas buenas de cada uno, y sí que existen cosas buenas en esas disciplinas, pero al final ninguna lograba tocar mi corazón al punto de llenarlo, mi búsqueda seguía.
Con el paso de los años me fui acercando cada vez más a Dios, y a su Madre, al punto que se adhirieron a mi y se quedaron muy dentro, un encuentro maravilloso que me llevó a redescubrir que siempre estuvimos juntos, solo que por momentos yo me dormía y me alejaba un poco, pero su protección, presencia y compañía siempre permanecieron junto a mi. De esto no tengo duda.
La búsqueda terminó para mi, no existe piedra, ni energía más poderosa que la divina, esa misericordia que brota del amor mismo, Dios. Esa sensación de confianza y paz, calma y serenidad que alcanzas cuando cierras los ojos y oras con sinceridad, ya sea para alabar, agradecer o pedir ayuda. Es tener la certeza de que no estás solo.
“Espiritualidad es cierto estado de conciencia. Es un estado de gracia que uno obtiene dentro de su propio corazón, y que debemos encontrar por nosotros mismos”. Sri Ram.
Que no nos separe una creencia, disciplina o religión, que al contrario nos una el amor.
Minnie Flores.
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