martes, 23 de junio de 2020

ABRUMADA



Yo no sé ustedes, pero hay días en lo que me he sentido realmente abrumada por todo. Religión, política, Covid-19, racismo, y más Covid. 
Mi celular inundando con oraciones, vídeos y cadenas anunciando el fin del mundo, en donde nos quieren hacer ver  que Dios nos está castigando con pestes y desastres. Todo esto me ha llevado a cuestionar las creencias de muchos, más no mi fe. El Dios en el creo es todo amor y misericordia. No es que quiera un Dios a mi medida, es que hace mucho descubrí que Dios ama sin medidas, no nos quiere castigar, solo desea entrar en lo profundo de nuestros corazones y mostrarnos su verdad. Somos nosotros mismos la raíz del problema, nos hemos alejado de él y hemos hecho lo que hemos querido. Aún así nos ama, y mucho,  por eso  nos quiere todo el tiempo de rodillas, nos quiere firmes, de pie amando a los que nos rodean no solo con  palabras, sino con obras y acciones.  Desea que lo resucitemos en nuestro diario vivir ésta es la única manera de inundar el mundo de paz y amor. La oración es el camino que nos lleva a Dios, más no es el único, también oramos cuando colaboramos, cuando estamos dispuestos a ayudar a los demás aún sin conocerlos. Se trata de oración más acción. Es tenerlo presente en cada paso y en cada cosa que hacemos. Es tenerlo en nuestra mente, en nuestros labios y en nuestro corazón. Esto nos hará personas nobles y compasivas. No se trata de aferrarse a un Dios hasta el extremo por miedo, se trata de reconocer en el caos su amor y no su castigo.  Así que decidí alejarme  de varios  grupos y quedarme solo en uno, AGOV,  Apostolado de grupos de oración virtual que todos los meses lanzan un reto de oración, orar por los  hijos, por el esposo, y como el que estamos haciendo en estos días, Orar por mi, es simplemente hermoso, la mayoría de las veces oramos por los demás y nos olvidamos de nosotros mismos. Con estas oraciones empiezo mi día llena de alegría dispuesta a dar amor y bendición a los seres que amo. 

También he  dejado de ver noticias porque el odio y el racismo traspasan la pantalla. Protestas que deberían tener un sentido contundente, lo pierden ante el vandalismo, la agresividad, y la sed de venganza. La gente ha salido a protestar, desean alzar su voz por los terribles acontecimientos racistas que se han dado en EU. Y eso está bien. Se siguen dando enfrentamientos entre la población y las autoridades, y me llama mucho la atención que lo están haciendo de cara al virus, lo han desafiado al punto que para estos días se están viendo los resultados, un repunte en los brotes. Protestar de forma pacífica es lo correcto, incendiar  y destruir comercios no tiene ninguna justificación. Exponerse de tal manera solo empeora la situación que estamos viviendo en el mundo entero. 

Por otro lado el presidente Trump no ayuda en nada a calmar los ánimos, al contrario sus comentarios racistas, avivan la llama del odio. Pareciera que lo único que le interesa para estos días en su campaña política. A pesar de la situación tan delicada que vive el país por los casos de Covid  organizaron un mitin político en la ciudad de Tulsa, y estaban felices porque esperaban casi un millón de personas. Gracias a Dios no resultó como esperaban, debo pensar que todavía existen personas con conciencia y sentido común. 

Y ni hablar de mi país, los casos van en aumento, como también la indignación y desesperación de las personas. A muchos no les ha llegado ningún tipo de ayuda, y necesitan salir a buscar el sustento diario. Otros simplemente están hartos de estar confinados y piden a gritos que se elimine la cuarentena. El gobierno ha perdido mucha credibilidad debido a los casos de corrupción vinculados a la construcción del hospital modular y compras de insumos médicos. El presidente Cortizo lleva días sin dar la cara. Los de oposición se aprovechan para tirar piedras, y como siempre ahora tienen la solución de los problemas, cosa que no supieron hacer cuando estuvieron al frente. Algunos grupos e influencers piden la renuncia del equipo de trabajo que ha estado al frente durante la pandemia, porque según ellos todo lo han hecho mal. No estoy de acuerdo, al contrario pienso que les ha tocado difícil, sobre todo al cuerpo médico y asesor. Creo que nadie quisiera tal responsabilidad sobre sus hombros.  Me pregunto,  ¿acaso no ven que el mundo está mal? No solo somos nosotros. El problema es que  la pandemia  agarró a la mayoría  dormidos, sin ahorros, sin ningún tipo de planificación, viviendo una vida entregada al consumo y a las apariencias.  Y ahora  tratamos de todos de sobrevivir en este mar tormentoso, y a alguien tenemos que culpar, lo peor es que cada quién rema para su lado y según su necesidad. 

Lo dejo hasta aquí porque en lugar de hacer catarsis me estoy abrumando más. 



Minnie Flores 




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