miércoles, 24 de junio de 2020

CORVINA A LA PLANCHA Y ENSALADA DE ESPINACAS.



Ingredientes:

Filete de corvina
Mantequilla Ghee
Sal
Pimienta
Ajo

Para la ensalada:
Espinacas frescas
Melocotón 
Jamón Serrano

Para el aderezo:
Miel de agave
Aceite de Oliva
Limón
Sal
Pimienta

A nuestro filete de corvina le agregamos, sal,  pimienta. Colocamos la sartén y le agregamos una cucharada de mantequilla ghee y tres dientes de ajo enteros. Esperamos a que empiecen a dorarse, los retiramos y agregamos la corvina. Nuestra mantequilla queda impregnada con el aroma del ajo.  Cocinamos el filete hasta dorar por ambos lados, cuando está listo le agregamos unas gotitas de limón. 

Para nuestra ensalada, lavamos las hojas de espinacas, prefiero las baby, y las colocamos en un bol para ensaladas. Agregamos el melocotón en cuadritos  (uso los de lata, desecho el jugo en el que vienen) y el jamón serrano picado en trocitos medianos. Mezclamos todo. 

Para nuestro aderezo, agregamos una cucharada de miel de agave, el jugo de un limón, aceite de oliva (una buena porción),  sal y pimienta al gusto. Agregamos el aderezo a la ensalada y la  servimos junto  al filete de corvina. 

Podemos agregar más gotas de limón sobre el pescado, yo lo hago, me encanta. 

¡Que delicia!


Minnie Flores 







DESAYUNO NUTRITIVO




INGREDIENTES : 

Huevos
Aguacate
Pan
Tomates
Banana
Queso Cottage

Rápido, nutritivo y sencillo.

Huevos, según preferencia. Mis favoritos son los hervidos.  Partimos el aguacate en cuadritos y la banana en rodajas. Usamos el pan de nuestra preferencia, integral, multigranos, blanco, Ezequiel, el que más te guste, y le colocamos una porción de tomate picado en cuadritos y lo cubrimos con el queso cottage. (Me encanta la pimienta, así que yo le agrego un poco al huevo y sobre el queso)  
Ubicamos todos nuestros ingredientes en nuestro plato, decoramos al gusto y disfrutamos.

Este desayuno lo acompaño con una tacita de café.

Minnie Flores 








LANGOSTINOS CON VEGETALES





Ingredientes: 

Langostinos
Espárragos 
Pimentón Rojo
Hongos
Sal 
Pimienta
Vinagre Balsámico
Aceite de oliva.
Limón. 

Limpiamos los langostinos, hacerle un corte  desde la  cabeza a cola por la parte posterior y retiramos  la venita negra, en este caso les dejé el caparazón para conservar el sabor. Agregamos,  sal y pimienta al gusto, más un toque de aceite de oliva.  Mientras hacemos esto, ponemos nuestro sartén en la estufa para que se vaya calentando. Agregamos los langostinos y los cocinamos por ambos lados, hasta que estén dorados. 

En un bol debemos tener nuestros vegetales con un toque de aceite de oliva, sal, pimienta y unas gotitas de vinagre balsámico o  también pueden usar un toque de amino, si tienen, pero solo un poquito, en mi caso no me gusta agregarles ambas cosas. 

Cuando los langostinos están listos los retiramos del sartén y a ahí agregamos los vegetales, espárragos, pimentón rojo en tiritas y los hongos para aprovechar el sabor que dejaron los langostinos. Salteamos los vegetales  por unos tres o cuatro minutos, esto es al gusto, a mi gustan que los vegetales queden crujientes. Los retiramos de la sartén, servimos junto a los langostinos y si gustan pueden agregarle unas gotitas de limón.

Rápido y fácil de preparar. 

Minnie F




martes, 23 de junio de 2020

TEMBLOR





Estoy pensando que Rosa Montero tiene un don de profecía o algo parecido. Sus obras me parecen reveladoras, sean realidad o fantasía. De alguna manera te conectan con lo que acontece a tu alrededor. 
 No es normal que después de terminar de leer sus libros, las  ideas y los personajes se queden en tu cabeza desordenando u ordenando  todo ahí dentro. Lo cierto es que con esta novela que acabo de terminar me ha temblado todo. Es imposible no hacer una comparación con las creencias con las que has vivido, lo cierto que la fe es algo aprendido.  Alguien tuvo que hablarte, o llevarte por los caminos de la religión o filosofía que profesas hoy. 

Gracias a Dios tengo mi fe clara, por mis propias experiencias, y lo que siento y encuentro en mi interior es intocable. Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra y creo en Jesucristo su hijo único.  No quiero imaginarme aquellas personas que todavía viven en el manto de la duda buscando ese algo que los llene por dentro y se encuentren de frente con este libro. 

Temblor es una avalancha de acontecimientos. La protagonista va de sobresalto en sobresalto, escapando de las brumas,  buscando salvar al mundo. Tratando de encontrar una verdad que quizá ni exista. En su caminar la sombra del olvido va devorando todo a su paso.  Es una carrera contra el tiempo y contra sus propias creencias. Por experiencia propia va  descubriendo que no todo lo que le han enseñado es cierto. 

Entre menos sabes,  menos sufres y menos te angustías, porque vives solo en el presente.  Eso es lo que descubrió en una tribu desconocida, pero  ellos también tenían sus rituales y creencias, resulta que el ser humano sabe por naturaleza que hay un ser creador más grande que todo aquello que ha creado, al él se aferra, a él o ellos les rinden pleitecia. Lo cierto es que sin importar los grupos o religiones  que dominan el mundo, todos necesitan un líder, un sacerdote, un guía. El problema es que parecería que los únicos que suelen vivir felices, son los que crearon  la ley, los que están pendientes de los que no la cumplen, y el castigo certero no se hace esperar para aquellos que la violen.

Debo confesar que la historia ya me estaba abrumando, a la mitad  la sentía complicada, estuve tentada a dejarla, pero no lo hice.  Definitivamente una muestra de la esplendida imaginación  de la autora. 

Cuando sea grande quiero ser como ella. 

Minnie Flores 


ABRUMADA



Yo no sé ustedes, pero hay días en lo que me he sentido realmente abrumada por todo. Religión, política, Covid-19, racismo, y más Covid. 
Mi celular inundando con oraciones, vídeos y cadenas anunciando el fin del mundo, en donde nos quieren hacer ver  que Dios nos está castigando con pestes y desastres. Todo esto me ha llevado a cuestionar las creencias de muchos, más no mi fe. El Dios en el creo es todo amor y misericordia. No es que quiera un Dios a mi medida, es que hace mucho descubrí que Dios ama sin medidas, no nos quiere castigar, solo desea entrar en lo profundo de nuestros corazones y mostrarnos su verdad. Somos nosotros mismos la raíz del problema, nos hemos alejado de él y hemos hecho lo que hemos querido. Aún así nos ama, y mucho,  por eso  nos quiere todo el tiempo de rodillas, nos quiere firmes, de pie amando a los que nos rodean no solo con  palabras, sino con obras y acciones.  Desea que lo resucitemos en nuestro diario vivir ésta es la única manera de inundar el mundo de paz y amor. La oración es el camino que nos lleva a Dios, más no es el único, también oramos cuando colaboramos, cuando estamos dispuestos a ayudar a los demás aún sin conocerlos. Se trata de oración más acción. Es tenerlo presente en cada paso y en cada cosa que hacemos. Es tenerlo en nuestra mente, en nuestros labios y en nuestro corazón. Esto nos hará personas nobles y compasivas. No se trata de aferrarse a un Dios hasta el extremo por miedo, se trata de reconocer en el caos su amor y no su castigo.  Así que decidí alejarme  de varios  grupos y quedarme solo en uno, AGOV,  Apostolado de grupos de oración virtual que todos los meses lanzan un reto de oración, orar por los  hijos, por el esposo, y como el que estamos haciendo en estos días, Orar por mi, es simplemente hermoso, la mayoría de las veces oramos por los demás y nos olvidamos de nosotros mismos. Con estas oraciones empiezo mi día llena de alegría dispuesta a dar amor y bendición a los seres que amo. 

También he  dejado de ver noticias porque el odio y el racismo traspasan la pantalla. Protestas que deberían tener un sentido contundente, lo pierden ante el vandalismo, la agresividad, y la sed de venganza. La gente ha salido a protestar, desean alzar su voz por los terribles acontecimientos racistas que se han dado en EU. Y eso está bien. Se siguen dando enfrentamientos entre la población y las autoridades, y me llama mucho la atención que lo están haciendo de cara al virus, lo han desafiado al punto que para estos días se están viendo los resultados, un repunte en los brotes. Protestar de forma pacífica es lo correcto, incendiar  y destruir comercios no tiene ninguna justificación. Exponerse de tal manera solo empeora la situación que estamos viviendo en el mundo entero. 

Por otro lado el presidente Trump no ayuda en nada a calmar los ánimos, al contrario sus comentarios racistas, avivan la llama del odio. Pareciera que lo único que le interesa para estos días en su campaña política. A pesar de la situación tan delicada que vive el país por los casos de Covid  organizaron un mitin político en la ciudad de Tulsa, y estaban felices porque esperaban casi un millón de personas. Gracias a Dios no resultó como esperaban, debo pensar que todavía existen personas con conciencia y sentido común. 

Y ni hablar de mi país, los casos van en aumento, como también la indignación y desesperación de las personas. A muchos no les ha llegado ningún tipo de ayuda, y necesitan salir a buscar el sustento diario. Otros simplemente están hartos de estar confinados y piden a gritos que se elimine la cuarentena. El gobierno ha perdido mucha credibilidad debido a los casos de corrupción vinculados a la construcción del hospital modular y compras de insumos médicos. El presidente Cortizo lleva días sin dar la cara. Los de oposición se aprovechan para tirar piedras, y como siempre ahora tienen la solución de los problemas, cosa que no supieron hacer cuando estuvieron al frente. Algunos grupos e influencers piden la renuncia del equipo de trabajo que ha estado al frente durante la pandemia, porque según ellos todo lo han hecho mal. No estoy de acuerdo, al contrario pienso que les ha tocado difícil, sobre todo al cuerpo médico y asesor. Creo que nadie quisiera tal responsabilidad sobre sus hombros.  Me pregunto,  ¿acaso no ven que el mundo está mal? No solo somos nosotros. El problema es que  la pandemia  agarró a la mayoría  dormidos, sin ahorros, sin ningún tipo de planificación, viviendo una vida entregada al consumo y a las apariencias.  Y ahora  tratamos de todos de sobrevivir en este mar tormentoso, y a alguien tenemos que culpar, lo peor es que cada quién rema para su lado y según su necesidad. 

Lo dejo hasta aquí porque en lugar de hacer catarsis me estoy abrumando más. 



Minnie Flores 




jueves, 18 de junio de 2020

FLOR




Te envidio hija de las plantas,
o quizá solo quiero ser,
yo,  tú, perfecta.
Mariposas, abejas, colibríes, todos, 
todos posados sobre ti,
venerando tu belleza
bebiendo tu néctar.

Semillas absorben de tu vientre
las esparcen con el viento y
nacen nuevas vidas,
amasadas con miel y jengibre,
que endulzan nuestra alma.

Tu aroma pasa de vez en cuando
                                PESA
 y se va, 
liviana como el viento,
 se posa
sobre luna,
se vuelve canto
y todo empieza de nuevo.

Despiertas cada mañana,
sabiéndote perfecta
y creadora de vida, 
esperando a que contemplen
tu sublime belleza.

¡Quién como tu hija de las plantas!

Minnie Flores 


SOMBRAS Y GATOS



El ronronear de sus gatos

el aroma excitante a café

rincones, sombras y ratos

cae una lágrima, 

pierde su fe.

 

Misterios envejecidos

sus memorias divagan por doquier

a las tres de la tarde llega el rosario

en sus esqueléticas manos de mujer.


En el nombre del padre que la abandonó

del hijo que jamás llegó

y del espíritu que se le escapó

besa a la marchita que un día fue flor.

 

Solitaria, retorcida como acordeón

entre gatos y temblores

entrega su alma 

sin decir adiós. 


LA RIDÍCULA IDEA DE NO VOLVER A VERTE






Bien lo afirma Rosa Montero nada es casualidad. Una buena amiga  me recomendó, La ridícula idea de no volver a verte, no es una novela, ni un ensayo, es una joya.  Fue inspirado y hace homenaje a la vida  de la gran mujer que fue Marie Curie, pero también al dolor, proceso, duelo, que ella experimentó y también  la autora,  tras la pérdida de su esposo. Esta obra nos  hace reflexionar sobre la vida y la muerte de una manera magistral y profunda. No es una lamentación, más bien un despertar inspirador que nos invita a valorar cada  momento junto a los seres que amamos. Desde la primera página la autora me atrapó, la forma tan humana y bella de describir lo común y rutinario,  le dio  brillo  a la tristeza con sus palabras al punto de tocarnos, rozarnos el alma y de alguna manera cambiarnos. No volvemos a ser los mismos después de ésta lectura, no al menos en mi caso. 

"Sólo en los nacimientos y en las muertes se sale uno del tiempo; la Tierra detiene su rotación y las trivialidades en las que malgastamos las horas caen sobre el suelo como polvo de purpurina" 

Leía este libro y pensaba en el amor que dejamos escapar día tras día. Malgastamos un gesto, una palabra, pensando que tenemos la vida comprada, o asegurada. Solemos decir que el tiempo pasa rápido, y no es así, pasamos nosotros, el tiempo siempre está, es el espectador eterno de las vidas que por él transitan. 

Y justo para estos días murió la madre de un compañerito de mi hija y todo lo que había leído sobre la muerte y la vida se paseaban por mi memoria una y otra vez, no podía sacarme a esta señora de mi cabeza, pensaba tanto en su hijo, único, y se me partía el alma, los ojos se me llenaban de lágrimas, y tan solo quería besar y abrazar a mis hijos, verlos sonreír, escuchar su voz y tratar de guardar ese recuerdo en algún lugar sagrado dentro de mi. 

Valoro la vida, las personas y los momentos que compartimos.  Eso somos, pequeños instantes.  ¿Como no logramos entenderlo? No hay manera de regresar el tiempo, él tampoco tiene memoria sería pedirle demasiado, debemos ser responsables de lo vivido, porque un día solo será un recuerdo. Así que es nuestra obligación no desperdiciar ni un minuto de nuestra vida para  que cuando el tiempo ya ni se acuerde podamos buscar  en las hojas de la memoria, y de ahí saquemos  una sonrisa o una lágrima de alegría, pero jamás  un remordimiento. Es nuestra decisión, debemos actuar hoy, aquí y ahora. 


También para estos días escuchaba por "casualidad", y no lo era desde que empecé la lectura que ya mencioné, una reflexión sobre los últimos días, lecho de muerte,  de algunas personas.  Ellas no querían nada, ni  pedían nada. Tampoco se podían llevar nada, ni siquiera la ropa, estaban desnudos esperando el viaje final. En su agonía solo  tenían el recuerdo de lo vivido y en algunos casos, ni eso.  Deseaban  regresar el tiempo para actuar y amar de otro modo, pero ya no podían. 

Yo quisiera, de hoy en adelante y hace mucho lo intento, aprender a vivir de verdad, quedándome en cada momento, o dejando una parte de mi, pero tan consciente de lo vivido que no tenga ganas de mirar atrás y decir: si yo pudiera... o si yo hubiera.... Porque entregué amor de verdad y alegrías a todos los que me rodeaban.

Amado Jesús dame la dicha, a mi y a mi familia,  de vivir una vida larga y saludable,  que aprovechemos al máximo  nuestro paso por esta tierra y podamos crear momentos eternos en nuestra memoria. 


Nota: Este escrito  lo escribí el 3 de abril de 2019 en una de mis libretas. 

miércoles, 17 de junio de 2020

MOMENTOS BOCHORNOSOS




Momentos bochornosos  son aquellos en los que quisiéramos devolver el tiempo, o escondernos debajo de alguna piedra por haber hecho o dicho algo que no no debíamos en el lugar menos indicado. También le podemos llamar sucesos bochornosos, pero prefiero llamarlos momentos porque gracias a Dios son solo eso, pasan y con suerte después ya nadie se acuerda, aunque para ti sea imposible de olvidar. 

Bueno mi hijo de 12 años tuvo un momento bochornoso en una de sus clases virtuales. Estaban trabajando en una actividad que les había asignado el profesor, debían mantener la  cámara encendida y el  micrófono apagado. A mi hijo se le activó el micrófono sin darse cuenta, y cuando algo de lo que estaba haciendo no le salió bien, dijo "mierda". justo en ese momento el profesor le pidió que se disculpara con él y con toda la clase. Así lo hizo. 

Conozco tanto a ese niño bueno que cuando algo le sucede de inmediato lo leo en sus ojos. Le serví la comida para que almorzara, pasta con carne de res guisada, una de sus preferidas. Me miró con ojitos tristes, noté que empezaban a cristalizarse. Se acercó, iba empezar a hablar y la voz se le quebró.
Lo abracé y le pedí que me contara con confianza. Así lo hizo, su rostro cambió, el alivio de sacar eso que nos angustia refrescó su mirada. 

Las palabras soeces no son nada agradables, y no porque mucha gente las diga de manera casi normal en sus conversaciones están bien, al contrario, pueden representar una falta de respeto para tus interlocutores. En nuestra casa prácticamente no las utilizamos, a mi se me escapa una por ahí, precisamente esa que se le escapó a él en clases. Le pedí perdón porque sé que yo también cometía el error de decirlas frente a ellos, y eso no era correcto. Así que le pedí que me llamara la  atención si me escuchaba diciendo una. En realidad no era común, pero uno tiene sus días. 

Lo bueno de todo esto, le decía a mi hijo, era reconocer, aprender de  nuestros errores y disponernos a corregirlos. Lo felicité por la nobleza de su alma, se notaba que estaba arrepentido y avergonzado por lo que le había sucedido. Tampoco era algo grave, pero  no todo el mundo siente una punzada en el corazón cuando sabe que no ha actuado de la manera correcta. Lo importante era no acostumbrarse a repetir ese tipo de palabras, porque el hecho no era que lo hubiesen escuchado al activársele el micrófono, aquí el tema era que no debió decirlo, mucho menos frente al profesor. 

Sus  amigos cuando jugaban  en linea decían palabras soeces y de seguro él también, la verdad siempre lo escuchaba hablar, pero no le había escuchado decir ninguna, eso no significaba que fuera  un santito, quiero pensar que lo estamos educando bien y su actitud me lo estaba confirmado. Todo lo que nos sucede en la vida tiene consecuencias, buenas o malas, dependiendo de lo que sea, en el caso que sea algo negativo nos  debe servir como lección para no volver a caer en lo mismo.

Quedamos en que no se deben decir palabras soeces porque no es correcto, es  desagradable y hasta de mala educación, seas niño o adulto,  y quienes no estamos acostumbrados a decirlas nos sentimos mal, y hasta incómodos  porque no es parte de nuestro vocabulario. 

En nuestra cultura prácticamente es una manera popular de expresarse, ya sea cuando estás molesto o simplemente porque ya forma parte de vocabulario diario, y esto no tiene nada que ver con clase social,   pero la verdad no es bonito, al menos a mi no gustan. 

Minnie Flores




lunes, 8 de junio de 2020

SUEÑOS RAROS


La misma noche del episodio de Soy Sonámbula soñé  varias cosas raras.
 Primero, que nos habíamos ido de viaje y no teníamos hospedaje, lo bueno fue que me encontré con un conocido que nos brindó su apartamento. Al día siguiente mi esposo y los niños al parecer se habían ido a comprar desayuno, yo me quedé en el apartamento, me fui al baño, me senté a orinar y el agua del inodoro empezó a desbordarse. Me levanté, estaba desnuda, miré alrededor y vi todo sucio y desordenado. Me puse a limpiar, y a sacar el agua, que estaba limpia y transparente por cierto. En eso escuché ruidos, había más gente en la casa, me asomé y pude ver a una familia completa en la cocina, no era mi familia, de seguro familia de mi conocido. Corrí a ponerme ropa, solo tenía a la vista la pijama, me la puse, no tenía ropa interior por lo que se notaban mis pezones. ¡Moría de vergüenza!. La familia me invitó a desayunar, una mujer me pidió que comiera rápido para que terminara de limpiar toda la casa. Me enojé, le dije que se olvidara que no iba a limpiar nada, ella no dijo nada, todos me miraron con respeto. Comimos arroz blanco y huevo frito. ¡Que locura! Al ver que mi esposo y los niños no llegaban, decidí ir a buscarlos, tomé un bolso chico que se usa cruzado y  una maleta y salí, una mujer mayor salió conmigo, también llevaba una maleta. Nos sentamos en una parada a esperar el bus. Otra mujer llegó, y se sentó después de pedirnos permiso. Al minuto nos dimos cuenta que nos había robado nuestras maletas. Me sentí perdida y sola. La anciana regresó al apartamento. Yo me encontraba en una terminal de autobuses. Todo parecía confuso. Caminé un poco, a lo lejos divisé a una mujer policía. Me acerqué y le pedí ayuda. Lo primero que hizo fue pedirme una identificación, perfecto las tenía en mi bolso pequeño, pero al buscarlo, me percaté que tampoco tenía mi bolso, la ladrona se había llevado todo. ¡Angustia! Pensé en mi celular, ahora no tenía como pedir ayuda.  Así que estaba sola y sin identificación. Entré en desesperación por un momento, me dieron ganas de llorar, y decidí regresar al apartamento, pero antes de dar el primer paso, me calmé por completo. Era otra. Me dije, no puedo cambiar absolutamente de lo que ha sucedido, lo dejo en las manos de Dios, pues solo un milagro puede salvarme. La mujer  policía me escuchaba en silencio, más bien con extrañeza,  como si no entendiera de qué rayos estaba hablando.  Y de pronto  de la nada tenía en mis manos el bolso.  La mujer policía me miraba asombrada, y me preguntó, ¿de donde salió? Le respondí, esto es un milagro, a esto me refería. Estaba tan feliz y agradecida que decidí darle un dinero a la policía, se notaba que lo necesitaba, pero yo  tenía poco efectivo en mi bolso, y  quería darle unos 100.00. ¡Qué generosa! Así que le pregunté, ¿tiene Yappy?,se los paso desde mi celular. Y de seguro se los pasé. En este momento desperté.

Segundo sueño, misma noche,  por algún motivo  que tenía que ver con las cuarentena, a mi sobrinita Emma la habían cambiado de escuela. Mi hermana se encontraba muy angustiada porque temía que la niña no se pudiera adaptar a su nuevo salón y compañeros de clases. Le dije, no te preocupes, todo estará bien. Yo misma pasaré por la escuela, conozco a la maestra, iré a preguntarle como le va y de paso le comentaré que soy su tía. Así lo hice, pero para mi sorpresa al llegar al lugar, no era una escuela como tal, era una iglesia, podía ver el altar y atrás los bancos. Habían niños y adolescentes, todos muy rebeldes. No paraban de insultar a la maestra, a quién yo no conocía. Se notaba que la maestra estaba desesperada, no podía controlar a los niños. Ellos se insultaban y se golpeaban unos a otros.
Entré en desesperación pues no lograba encontrar a mi sobrina en medio de ese caos, y además no paraba de pensar como le diría a mi hermana que la escuela era el peor lugar para su hija, sobre todo porque al parecer yo se la había recomendado.
Yo podía ver a mi sobrinita en un rincón tranquila y callada jugando con unos dinosaurios, sus juguetes favoritos.

Noche de sueños raros.

Minnie Flores




¡SOY SONÁMBULA!


Estábamos en la segunda semana de junio 2020 y seguíamos en cuarentena. La semana pasada el gobierno había levantado algunas restricciones de movilidad y las personas se desbocaron a las calles, a las playas y al interior del país. Mientras tanto los casos de Covid-19 empezaban a aumentar producto  de la apertura  anterior  de un primer bloque o  grupo de  comercios y actividades, lo que llevó a  que más personas salieran a  las calles. Tomando esto en consideración y viendo el movimiento y poca consciencia de muchos el gobierno decidió revertir las medidas por lo que nuevamente estábamos en cuarentena y con  restricciones de movilidad,  por hora y sexo. 
Dentro de todo este proceso la vida continuaba para la mayoría, algunos reinventándose y otros simplemente resignándose, confiando en  que pronto todo esto pasará.

Mi semana estuvo cargada de anécdotas graciosas. Una noche mientras dormía a mi hija, sí aún lo hacemos, nos acostamos con los niños, oramos, rezamos, agradecemos y los llenamos de besos y abrazos, hasta que se queden dormidos, no cambiaría esta sensación por nada. ¡Momentos de felicidad mientras aun son niños! No considero que estamos  consintiendo demasiado a nuestros hijos,  más bien los estamos llenando de amor, un niño que se siente amado,  crece siendo una persona bondadosa e independiente, porque solo sabrá dar amor. Mis hijos son educados, obedientes, excelentes estudiantes, hijos y nietos amorosos, creen en Dios y en la Virgen, y viven sin miedos ni angustias. La niña tiene 10 años y el niño 12 años. En todo este tiempo de confinamiento han estado tranquilos, relajados, y han seguido sus vidas de forma normal, las clases virtuales han ayudado muchísimo a ocupar su tiempo en asuntos productivos y no tantos juegos electrónicos. Llegará una etapa, está muy cerca,  en las que serán ellos mismos  los que nos dirán nos vamos a nuestros cuartos.  ¡Hasta mañana, los amamos!

La hora de dormir era a las 9:30 p.m. Mi esposó acompañó al varoncito, y yo me quedé con la niña. El tema fue que cuando pensé que ya se había dormido (15 a 20 minutos usualmente)  me levanté lentamente para ir a mi cuarto, de inmediato me agarró, como si tuviera un sensor de movimiento, y me abrazó. Me quedé a su lado. Esto sucedió dos veces más así que decidí dormirme. Me  desperté al ver que mi hija se estaba levantando, pensé que iba para el  baño, sin embargo se puso a buscar algo en medio de la oscuridad, le pregunté ¿qué estás buscando?, ´¿que haces? Y me respondió:  Me voy a poner talco. ¿Talco? alcé la voz, y le dije, nada de talco, te acuestas inmediatamente, regresa a la cama. Ella obedeció, se metió en la cama y siguió durmiendo. Nunca estuvo despierta. Me dio mucha risa, y me dije: ¡Esta niña es un caso, hasta dormida quiere estar olorosa! Le encanta ponerse perfumes, cremas, y también talco. 

Después de un rato me fui a mi cama, aún no era media noche, y sentía que habían pasado horas. Me dormí. Me volví a despertar cuando escuché sus pasos, era mi hija nuevamente, se acercó y me dijo, me siento rara, no puedo quedarme dormida. No podía ser, así que prácticamente la regañe y le dije, apaga todo en tu cuarto y ven a dormir con nosotros. Eso hizo, y se durmió plácidamente. 

Al día siguiente, le comenté sobre el tema del talco, ella no recordaba nada, se echó a reír y me dijo, ¡Soy sonámbula!

Me sentía agotada no había dormido bien, no estaba acostumbrada a este tipo de trasnochada, pues después de que los niños se quedaban dormidos me pasaba a mi cama y ellos dormían en sus camas hasta el amanecer sin ningún problema. En este tiempo de cuarentena alguna noches hemos dormido los cuatro juntos, después de algún juego de mesa hasta tarde todos quedamos rendidos. #cosasdecuarentena


Minnie Flores





domingo, 7 de junio de 2020

EL PESO DEL CORAZÓN



Después de casi dos semanas terminé de leer El Peso del Corazón, de Rosa Montero. Debo confesar que al principio no me enganchó, a mi parecer una extensión de  Lágrimas en la lluvia.  Y así lo señalaba el subtitulo El regreso de Brunna Husky, esto quizá contribuyó al poco entusiasmo por la trama, el problema es que no me agrada la ciencia ficción, no es mi género favorito. Sin embargo, decidí terminar la obra, no me gusta dejar libros a medio leer, pocas veces le he  hecho, pero no con mi autora favorita.

Con esta novela confirmé la impresión que tenía de la detective, Brunna, según mi opinión no era tan buena en su oficio, siempre llegaba tarde a la escena del crimen, se me hacía muy predecible. Sus co-protagonistas resultaban muchos más  astutos, para mi una falla.

Debo reconocer que la autora es capaz de crear con una misma trama y personajes, un universo distinto así que no era necesario haber  leído la primera historia para entender la segunda, de una manera clara y sin mucho detalle nos describía y nos contaba la historia de cada personaje. En mi caso como ya había leído la primera novela, me resultaba fácil identificar cada personaje y cada recuerdo. 

La primera novela me resultó más interesante, esta me pareció un poco  aburrida en varias ocasiones por el exceso de descripciones  y detalles, me abrumaban, además de la cantidad de nombres y lugares, mi memoria es corta, y sentía que no tenían demasiada relevancia en la trama. Estoy acostumbrada a una Rosa Montero narradora, sin mucho cuento, que de una forma sencilla, precisa, con una prosa limpia te transmite emociones y sentimientos al punto que te metes en la historia y te paseas por los escenarios sintiéndote el personaje mismo. 

Definitivamente la ciencia ficción no es mío.

Minnie Flores




ORDENAR LOS JUGUETES


Después de haber pospuesto por meses, la hora había llegado, era el momento de tirarnos al piso, mirarnos  a la cara y preguntarnos por dónde empezar. Debíamos sumergirnos en las profundidades, olvidar el sentimentalismo y los apegos, y finalmente dejar lo que realmente sería utilizado. Sí, estoy hablando de organizar el área de juegos de los niños, más bien de mi niña de 10 años,  con el tiempo ella se había apropiado del lugar. El espacio era pequeño, había juguetes regados por todos lados, muñecas de todo tipo, Barbies, American Girls, Baby Alive y todos sus accesorios desde  cocinas, casas y autos, además de libros,  cestas con verduras, platitos, y cada cosa encima de la otra. No se podía caminar. Totalmente desorganizado. Qué desastre!

Era el momento de poner orden, por mucho tiempo  había tratado de no mirar hacia allá, sabía que mi hija jugaba casi todos los días y no quería guardarle nada. Luego me acerqué y le dije: Puedes tener todos los juguetes que quieras en esta área, pero deberás tener todo ordenado. Como siempre yo la ayudaría.  Empezamos a las 12:00 p.m., la misión era clasificar todos los juguetes,  ubicarlos en sus respectivas cajas, dejar, donar y tirar. Igual los que se quedaban debían ser clasificados
para cuando fuera a jugar solamente sacaba lo que quería, y al terminar, recoger y guardar. Parecía un trabajo fácil, pero nos tomó varias horas. Terminamos a las 6:30 p.m. La tarea se hizo difícil porque todo estaba mezclado. Mientras avanzábamos me preguntaba cuándo sería el momento en  que me dijera estoy cansada y me dejara sola en medio del caos, de pequeñita lo hacía, y como yo entendía que estaba cansada la dejaba ir o la ponía a jugar con algo mientras yo continuaba con la faena, pero nada de eso sucedió, ella no se movió de mi lado, es más algunas veces era quién dirigía y me daba ideas. Mi niña había crecido y madurado, pero aún le  gustaba jugar con sus muñecas, que maravilla!

Esta área había sido decorada inicialmente como el área de entretenimiento de los niños, había un televisor, dvd, y con tanto juguetes por todos lados parecía más bien un depósito.  El área quedó irreconocible, todo despejado y ordenado, con el espacio suficiente para jugar. Esa misma noche después de cenar volvimos al área de juegos, pero esta vez a ver vídeos de cuando eran chiquitos, vio su primera presentación de ballet y otros de sus presentaciones en preescolar, estaba encantada viéndose tan pequeñita y recociendo en esas caritas a sus compañeros de la escuela. La alegría se le desbordaba. Aproveché para recodarle lo importante y lo bien que nos hace mantener todo limpio y ordenado, el ambiente se llena de alegría y hasta sentimos que el aire estaba más puro, pero que esto no sucede solo, somos los responsables de mantener dicho orden. 

Minnie Flores